No abandonarse, qué extraña expresión. Uno se abandona, pase lo que pase, la vida consiste en abandonarse al paso del tiempo. Eso era precisamente lo que más deseaba...: abandonarse. Dejar de sentir el peso de cada segundo. Quería recuperar la ligereza, aunque esa ligereza fuera insoportable...
La delicadeza
Las situaciones de la vida nos llevan a abandonarnos a dejarnos, porque en algunos momentos es la mejor opción, la mejor salida... Abandonarse, dejarse fluir, no preocuparse, ser y estar donde se deba, donde sea, pero al final saber que vamos recuperando tranquilidad, y quitándonos peso de encima...
1 comentario:
Lo último que dices es lo que más me llega al alma, siempre he pensado que el problema de la persona promedio es que está programada para vivir echándose grandes cargas encima, es terrible.
Saludos.-
Publicar un comentario