Nunca me había despedido de alguien que no voy a volver a ver jamás. Nunca me había despedido de alguien que va partir al cielo, porque no había tenido la oportunidad, pensaba que no llegaría el día, porque las situaciones de la noche a la mañana cambian y en muchas de ellas no queda tiempo para decir ni tan siquiera adiós...
Mi adiós, fue mejor, fue diferente... Pude despedirme como quería despedirme. No con un adiós, sino con un "Te llevo en mi corazón"
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