"Quizás por haber sentido tanto, me quedé sin sentidos. Anestesiado. Agoté lo que tenía almacenado. Digamos que me gasté..."
Alberto Fuguet
La intensidad de lo vivido nos imposibilita después de un tiempo sentir, o en todo caso reaccionar, o quizá que la fuerza del sentimiento que impacta contra nosotros sea mayor para así poder sentir. La mera idea de pensar que sentir desgasta puede parecer descabellada, pero en realidad es así, y tanto las emociones positivas como las negativas desgastan, porque se necesita un equilibrio, el equilibrio está también en dar en la medidad que se recibe, en recibir en la medida que se da...
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