Contemplaba el rostro de esa mujer, contraido por el dolor. Incapaz de llorar, de tanto como el dolor la secaba por dentro...
La delicadeza
Muchas veces el dolor nos drena las lágrimas, pero también el orgullo lo hace. No lloramos para no parecer débiles, para no demostrar que estamos sufriendo, no lloramos porque más allá de no querer el consuelo de otros, no queremos su lástima...
Pero a veces contra todo y todo, llorar nos procura un alivio. No hay que secarse por dentro. También, y de vez en cuando, es bueno llorar...
2 comentarios:
Hola Genius, que lindo lo que nos traes hoy, las lagrimas son hermosas, se siente alivio , como si se volviera a nacer,
Que lindo post. tú tan lindo siempre con tus escritos.
besitos
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Como tu bien dices: no lloramos para no parecer débiles, para no demostrar que estamos sufriendo...
sin embargo no desahogarnos también puede provocar un tapón emocional serio que no lograra solamente secarnos por dentro sino parecer marchitos por fuera ...
Abrazos!
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