"Cuando perdemos a una persona querida -los padres, un hermano, una hermana, un esposo, un hijo, un amigo- nos damos cuenta de que, incluso en el drama de la pérdida, surge del corazón la convicción de que no puede haber acabado todo, que el bien dado y recibido no ha sido inútil"
Papa Francisco
Al perder a un ser querido siempre surgen un mar de dudas,dudas en relación a lo qué hicimos, a lo que pudimos hacer, a lo que hubieramos hecho diferente y sin duda a lo que no hicimos. Pese a todo, pese a navergar sobre la incertidumbre del dolor que produce la pérdida, no debemos preguntarnos ¿Por qué pasó?
Sería mejor en todo caso cuestinarnos para qué pasó, que aprendí de esa experiencia, qué regalo me dejó la persona que murió y mejor aún, para qué me lo dejó. Hace un par de días perdí un amigo muy querido, un amigo joven, dejé de preguntarme por qué murió, pero sí empecé a preguntarme para qué...
A mi querido amigo C.L.
1998 - 2013
"No busques el sentido en su muerte, búscalo en su vida."
Carlo Clerico
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