Convertirnos por amor...

Y es que ¿en qué estamos dispuestos a convertirnos por amor?

Metamorfosis en el cielo

Bien dicen que el amor nos transforma, pero es evidente que ante tal transformación cabe preguntarse en que nos convertirmos. Muchas veces nos convertimos en la espera ante la indecisión (Nunca te dejan claras las cosas) , en la puerta de salida al final de un tunel (el escape de otras relaciones), otras veces en el secreto de lo prohibido (ser un amante). Otras veces en el as bajo la manga o en el salvavida (El que siempre está ahí esperando su oportunidad)...

Pero quizá no sea lo justo, lo único en lo que el amor debería convertirnos es en personas felices...

Que lo sepas...

Dejé pasar la oportunidad de decirte
algo tan simple: Te Amo...

...tal vez sea tarde, pero me
gustaría que lo supieras...

Once Minutos

Siempre nos preguntamos si dijimos las cosas en el momento oportuno, siempre nos preguntamos porqué decidimos callar algo que sentiamos y deseabamos decir. Sin importar que decidamos siempre nos va a asaltar la duda de querer saber qué habría pasado si lo hubieramos hecho de una forma diferente...

No hay forma para descubrir cuál es el momento adecuado, las cosas se dicen o no por una razón, si decides callar, si decides hablar sin duda algo va cambiar, que lo sepas y lo sepas bien,...

Perfección...

Siempre que empezamos una nueva actividad, tarea, etapa, tenemos la exigencia de hacer las cosas a la perfección. Y muchas veces queremos estar a la altura de aquello que se nos ha encomendando, pero en realidad la perfección no es un hecho espontáneo e implica más que nada una serie de procesos para llegar a ella...

Siempre cabe recordar, que lo que nos acerca a la perfección es el hecho de poder equivocarnos, aprender de nuestros errores e ir haciendo cada vez mejor aquello que tenemos que hacer, todos empezamos alguna y otra forma con el ensayo y error...

Uniformidad....

Es curioso como los seres humanos buscamos que todo siga un mismo patron, que se presente de la misma forma, incluso con la misma fuerza e intensidad. Pero dado que todos somos diferentes, la forma de vivir, de sentir, de recordar y de pensar las cosas siempre va ser diferente...

Ni en dos personas que se aman, se presenta el sentimiento con la misma intensidad...

Lo eterno...

El amor nace del deseo repentino, de hacer eterno lo pasajero...

Ramón Gomez

Cuanta razón cabe en esta frase que con un par de letras nos explica porqué y de donde surge el amor. Son esos pequeños vistazos, esos chispasos e intensidad lo que nos llevan al amor, y que eternizan sin duda, aún después de haberse acabado, su existencia...